Por Ariel Dobry
Ese día Luis se despertó poco después de la madrugada. Algo lo preocupaba desde hacía unos días, pero no podía identificar de qué se trataba. Sentía una leve molestia en la boca del estomago. Un sentimiento que desde hace algunos años había decidido llamar angustia. Pensó que hacia un tiempo que no tenía sexo y que no le vendría nada mal una noche (tarde o mañana) de lujuria.