¿A mí me la vas a contar?[1]. No hay política transformadora exitosa en ciencia y tecnología sin cambio en la escala de valores que mueve a los científicos de carne y hueso en su trabajo cotidiano.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva viene impulsando una política orientada a que los científicos vuelquen a la sociedad los conocimientos que generan usando los recursos del Estado. Su propuesta es insertar científicos en empresas o motivar a los científicos para que desarrollen conocimientos aplicados en términos de tecnologías o productos vendibles en el mercado. La ecuación a la que se apuesta pareciera ser: ciencia de alto nivel internacional implica desarrollo de productos con altos componentes tecnológicos que contribuyan a que la Argentina deje de ser sólo un país exportador de materias primas con poco valor agregado. Pero la respuesta del sistema científico es pobre y pocos investigadores dedican parte de su tiempo a ocuparse de estas cuestiones. ¿Que es lo que ocurre?
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva viene impulsando una política orientada a que los científicos vuelquen a la sociedad los conocimientos que generan usando los recursos del Estado. Su propuesta es insertar científicos en empresas o motivar a los científicos para que desarrollen conocimientos aplicados en términos de tecnologías o productos vendibles en el mercado. La ecuación a la que se apuesta pareciera ser: ciencia de alto nivel internacional implica desarrollo de productos con altos componentes tecnológicos que contribuyan a que la Argentina deje de ser sólo un país exportador de materias primas con poco valor agregado. Pero la respuesta del sistema científico es pobre y pocos investigadores dedican parte de su tiempo a ocuparse de estas cuestiones. ¿Que es lo que ocurre?