El bosón de Higgs, el eslabón perdido de la física de partículas.

Este articulo apareció en la pagina de la Universidad Nacional de Rosario http://unr.edu.ar/noticia/5280/el-boson-de-higgs-el-eslabon-perdido-de-la-fisica-de-particulas

          El 4 de Julio pasado se anunció que a partir de los datos obtenidos en el gran acelerador de partículas situado en la frontera entre Francia y Suiza se podía inferir la existencia de una partícula nunca observada previamente, la más pesada hasta ahora descubierta, cuyas características eran consistentes con las esperadas para el llamado ‘bosón de Higgs’. ¿Por qué es tan importante la detección de esta partícula?, ¿qué nuevos horizontes abre para la ciencia?

        Podríamos  empezar la historia desde muchos siglos atrás cuando el filósofo griego Demócrito especuló: sólo existen los átomos y el vacio. La hipótesis de que toda la materia estaba formaba por entes indivisibles (átomos en griego)   no fue retomada hasta el siglo XIX y recién a comienzos del Siglo XX adquirió reputación científica y verificación experimental. Sin embargo, también por estas épocas se descubrió una partícula, el electrón que formaba parte del átomo. El sueño de haber encontrado los entes últimos e indivisibles que constituyen la materia comenzaba a desmoronarse. Pero la búsqueda recién empezaba y los físicos nunca abandonaron la idea de la existencia de estos entes últimos, de partículas e interacciones esenciales que estén en el nivel más profundo de la materia y cuyo agrupamiento de lugar al mundo que observamos a nuestro alrededor. A las estrellas más lejanas. En fin a todo lo que existe.

        El modelo atómico que estudiamos en la escuela, aquel del átomo planetario constituido de un núcleo central con protones y neutrones y de electrones orbitando a su alrededor no fue más que un paso intermedio en esta búsqueda. Los neutrones podían convertirse en protones emitiendo un electrón y una partícula bastante escurridiza que dieron en llamar neutrino. Además los protones y neutrones no eran partículas elementales sino que estaban constituidos de otras más internas que dieron en llamar quarks. La física de partículas se convirtió poco a poco en un zoológico de nuevas partículas al que las mentes más brillantes intentaron poner orden durante todo el desarrollo del Siglo XX. En última instancia la ciencia apuesta a la sencillez del mundo, a la posibilidad de su comprensión, a la idea de que podemos entender lo que vemos sin agregar a cada paso nuevas hipótesis. Como consecución de los esfuerzos  conjuntos de físicos teóricos y experimentales se logró formular en los años 70 lo que se dió en llamar el Modelo Estándar que a partir de algunos principios básicos permitía predecir todas las partículas elementales que deberían existir.

      La construcción de aceleradores cada vez más poderosos fue necesaria para ir encontrando una a una  las   partículas que faltaban.  Hacia   los años 90 todas las partículas predichas por el Modelo Estándar habían sido encontradas, todas menos una. Faltaba la encargada de darle masa a todo el resto de las partículas. Había sido predicha por varios físicos 50 años atrás, entre ellos Peter Higgs presente durante el anuncio del miércoles 4 y visiblemente emocionado.

El anuncio del descubrimiento del bosón de Higgs es entonces el de un nuevo hito en lo que hace a la comprensión que tenemos actualmente de los constituyentes elementales de la materia. Es también el anuncio de la apertura de nuevos desafíos. Se ingresa ahora a un universo casi desconocido. Los responsables del acelerador anunciaron  que se esperan nuevos y fascinantes descubrimientos en un futuro cercano. Quizás nuevas dimensiones del espacio, quizás nuevos principios fundamentales. Los físicos de partículas vuelven a soñar con disparar nuevos enigmas para que se desarrolle la imaginación científica.